Los espolones calcáneos pueden ser una afección debilitante que causa molestias importantes y dificulta las actividades cotidianas. Afortunadamente, la terapia con ondas de choque ha surgido como una opción de tratamiento no invasiva y eficaz. Esta completa guía profundiza en los entresijos de los espolones calcáneos y en cómo la terapia con ondas de choque puede aliviarlos.
Desenmascarar al culpable: ¿qué son exactamente los espolones calcáneos?
Anatomía de un espolón
El espolón calcáneo es una excrecencia ósea que se desarrolla en la parte inferior del hueso del talón (calcáneo). Estos espolones se componen de depósitos de calcio que se acumulan con el tiempo, formando una protuberancia que puede extenderse hasta media pulgada. Aunque los espolones calcáneos en sí suelen ser asintomáticos, se asocian con frecuencia a afecciones como la fascitis plantar, en la que la inflamación de la fascia plantar provoca dolor en el talón.
Causas profundas que siembran el dolor
Los espolones calcáneos son el resultado de una tensión crónica en los ligamentos y músculos del pie. Los factores que contribuyen son:
Fascitis plantar: Inflamación de la fascia plantar, un ligamento que conecta el talón con los dedos de los pies.
Estrés repetitivo: Actividades como correr o saltar que ejercen una presión excesiva sobre el talón.
Calzado inadecuado: Calzado que carece de un arco de soporte o amortiguación adecuados.
Obesidad: El exceso de peso corporal aumenta la presión sobre el talón.
Anomalías de la marcha: Patrones de marcha que ejercen una tensión indebida sobre el hueso del talón.
Perfiles de riesgo: Quién los obtiene y por qué
Las personas con mayor riesgo de desarrollar espolones calcáneos son:
Deportistas: Especialmente corredores y bailarines que realizan actividades de alto impacto.
Adultos mayores: Desgaste del talón relacionado con la edad.
Riesgos profesionales: Trabajos que requieren estar de pie o caminar durante mucho tiempo.
Personas con pie plano: La falta de soporte del arco aumenta la tensión en el talón.
Personas con diabetes: Las afecciones metabólicas pueden afectar a la salud de los pies.
No sólo los espolones calcáneos: Otros impostores del dolor de talón
El dolor de talón puede deberse a diversas afecciones, no sólo a los espolones calcáneos. Los diagnósticos diferenciales incluyen:
Fascitis plantar: Inflamación del ligamento de la fascia plantar.
Tendinitis de Aquiles: Inflamación del tendón de Aquiles.
Bursitis: Inflamación de la bursa, un saco lleno de líquido cerca del talón.
Fracturas por estrés: Pequeñas fisuras en el hueso del talón debidas a una fuerza repetitiva.
Síndrome del túnel tarsiano: Compresión del nervio tibial que provoca dolor en el talón.
El diagnóstico preciso suele requerir estudios de imagen, como radiografías o resonancias magnéticas, para distinguir entre estas afecciones.
La terapia de ondas de choque en primer plano
¿Qué es la terapia de ondas de choque?
Terapia de ondas de choqueLa terapia con ondas de choque extracorpóreas (ESWT) es un tratamiento no invasivo clínicamente probado que se utiliza para tratar el dolor musculoesquelético crónico, sobre todo en afecciones como los espolones calcáneos y la fascitis plantar. Funciona mediante la aplicación controlada de ondas sonoras de alta energía en zonas específicas del tejido dañado. Estas ondas estimulan la actividad celular, aumentan el flujo sanguíneo local y aceleran la curación, todo ello sin cirugía, inyecciones ni medicación. Los tratamientos son rápidos, suelen durar de 15 a 20 minutos y no requieren tiempo de inactividad. Dependiendo de la gravedad de la afección, los pacientes suelen someterse a una serie de 3 a 5 sesiones espaciadas por unos días. La ESWT es cada vez más popular entre fisioterapeutas, podólogos y profesionales de la medicina deportiva debido a su perfil de seguridad y a su elevada tasa de éxito en dolores de talón recalcitrantes.
Sanar con el sonido: La ciencia explicada
Los beneficios terapéuticos de la terapia con ondas de choque están respaldados por sólidos mecanismos fisiológicos. Cuando las ondas acústicas penetran en el tejido, crean microtraumatismos controlados que activan los sistemas de reparación naturales del organismo. Un efecto clave es la estimulación de la neovascularización -el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos-, que mejora el suministro de oxígeno y nutrientes a la zona afectada. Además, la ESWT aumenta la producción de colágeno, un componente crítico en la curación de tendones y ligamentos. A nivel celular, regula a la baja la sustancia P, un mediador del dolor que ayuda a reducir la inflamación y las molestias crónicas. En el caso de los espolones calcáneos, las ondas de choque también ayudan a descomponer los fibroblastos calcificados, los depósitos duros responsables de la formación de espolones óseos. Estas acciones combinadas no sólo reducen el dolor, sino que también abordan los problemas biomecánicos subyacentes que contribuyen a la enfermedad.
Respaldado por la investigación y aprobado por médicos
Cada vez son más las investigaciones revisadas por expertos que respaldan el uso de la ESWT para el tratamiento de la fascitis plantar crónica y los espolones calcáneos. Un ensayo controlado aleatorizado multicéntrico informó de que los pacientes que recibieron tratamiento con ondas de choque experimentaron una reducción del dolor de más de 70% tras unas pocas sesiones. Otro estudio confirmó una mejora funcional a largo plazo incluso después de 12 meses. La Sociedad Internacional para el Tratamiento Médico con Ondas de Choque (ISMST) también reconoce la ESWT como intervención de primera línea para el dolor persistente en el talón. Se utiliza mucho en Europa y está aprobada por la FDA en EE.UU. para varias indicaciones ortopédicas. Los médicos la recomiendan especialmente a los pacientes que no han respondido a medidas conservadoras como el reposo, las plantillas ortopédicas o las inyecciones de corticoesteroides. Su combinación de seguridad, evidencia y eficacia lo convierten en una opción de confianza en la atención podológica moderna.
Ondas de choque frente a tratamientos tradicionales del espolón calcáneo
Deshágase de la vieja rutina: Comparación de opciones comunes
Los tratamientos convencionales para los espolones calcáneos suelen incluir AINE, terapia con hielo, fisioterapia, plantillas ortopédicas personalizadas e inyecciones de corticosteroides. Aunque estos métodos conservadores pueden aliviar los síntomas a corto plazo, a menudo no abordan la patología subyacente, especialmente en casos crónicos o recalcitrantes. Las inyecciones de cortisona, por ejemplo, pueden reducir la inflamación temporalmente, pero no favorecen la regeneración tisular y pueden debilitar la fascia con el uso repetido. La cirugía, aunque eficaz en algunos casos, conlleva riesgos como infección, lesiones nerviosas y tiempo de inactividad prolongado. En cambio, la terapia con ondas de choque (ESWT) adopta un enfoque regenerativo, estimulando las respuestas naturales de curación y mejorando la vascularidad de los tejidos sin los riesgos de los procedimientos invasivos.
Donde gana Shockwave
La terapia con ondas de choque destaca por promover la corrección biomecánica en lugar de limitarse a enmascarar los síntomas. Según un ensayo multicéntrico publicado en Clinical Orthopaedics and Related Research, 76% de los pacientes con fascitis plantar crónica experimentaron una mejoría significativa tras la ESWT. Ofrece un perfil de seguridad superior, sin riesgo de formación de tejido cicatricial, no requiere anestesia y permite a los pacientes continuar con sus actividades cotidianas después del tratamiento. Su capacidad para disolver los depósitos calcificados, estimular la angiogénesis y aumentar la expresión de factores de crecimiento como la eNOS y el VEGF la convierten en una opción de primera línea en el tratamiento de los espolones calcáneos y la fascitis plantar. De hecho, muchos especialistas en pie y tobillo recomiendan ahora el tratamiento con ondas de choque antes de considerar la extirpación quirúrgica del espolón.
Dentro de una sesión Shockwave
De la cita al seguimiento
Una sesión típica comienza con una evaluación diagnóstica para identificar la zona dolorosa mediante palpación clínica o ecografía. A continuación se coloca el aplicador de ondas de choque en el talón y se administran ondas radiales o focalizadas en ráfagas controladas, que suelen oscilar entre 1.500 y 2.500 pulsos por sesión. No se requiere anestesia, aunque algunos pacientes pueden sentir ligeras molestias. La intervención dura entre 15 y 20 minutos. Los cuidados posteriores suelen incluir estiramientos suaves, hidratación y evitar actividades de alto impacto durante 48 horas. La mayoría de los pacientes experimentan una mejoría de los síntomas después de la segunda o tercera sesión, y los efectos terapéuticos completos se manifiestan a lo largo de 6-12 semanas.
Cronología de la recuperación: Cuándo se sentirá mejor
Los plazos de recuperación varían, pero la mayoría de los pacientes empiezan a notar una reducción de los síntomas entre 7 y 14 días después del tratamiento inicial. En la sexta semana, muchos informan de una reducción del dolor de talón de al menos 50-70%. Para los casos crónicos, se recomienda un ciclo completo de 3-5 sesiones espaciadas una semana. Es importante destacar que el tratamiento con ondas de choque promueve la regeneración progresiva, por lo que las mejoras suelen continuar incluso después de la última sesión de tratamiento, gracias a la síntesis de colágeno y la reparación vascular en curso.
Qué hacer y qué no hacer después del tratamiento
Hazlo:
- Realice estiramientos suaves y ejercicios de bajo impacto.
- Manténgase hidratado para favorecer la recuperación celular.
- Utiliza calzado acolchado o plantillas ortopédicas para reducir la presión en el talón.
No hacer:
- Evite las actividades de alto impacto, como correr o saltar, durante 48-72 horas.
- Absténgase de tomar antiinflamatorios como el ibuprofeno, que pueden interferir en la cascada de curación.
- No espere resultados de la noche a la mañana: la curación es gradual y acumulativa.
¿Le convienen las ondas de choque?
Quién tiene luz verde
Los candidatos ideales para el tratamiento con ondas de choque son las personas con dolor crónico en el talón de más de seis meses de duración que no hayan respondido al reposo, la fisioterapia o la medicación. Es especialmente beneficiosa para las personas con fascitis plantar, tendinopatía insercional del tendón de Aquiles o espolón calcáneo. Los adultos de mediana edad, los deportistas y las personas que permanecen mucho tiempo de pie suelen experimentar los mayores beneficios. La ESWT está autorizada por la FDA para tratar el dolor musculoesquelético y cuenta con el respaldo de directrices clínicas internacionales.
No es para todo el mundo: Contraindicaciones
Aunque la terapia con ondas de choque es generalmente segura, está contraindicada en casos concretos. Deben evitarla los pacientes con trastornos de la coagulación, infecciones activas en la zona de tratamiento, tumores o embarazo. Las personas con marcapasos cardíacos o trastornos neurológicos que afecten al pie deben consultar a un especialista antes de proceder. Tampoco se recomienda en niños o adolescentes cuyos cartílagos de crecimiento óseo estén aún en desarrollo. Sométase siempre a una revisión musculoesquelética y médica completa antes de inicio del tratamiento.
FAQ Antes de reservar
Q1. ¿Debo tomar alguna precaución con este tratamiento?
Evite los antiinflamatorios como el ibuprofeno antes y después de las sesiones, ya que pueden interferir en la cicatrización. Lleve calzado de apoyo y evite las actividades de alto impacto durante las 48 horas posteriores al tratamiento.
Q2. ¿Sentiré un alivio instantáneo después de la primera sesión?
Algunos sienten un leve alivio de inmediato, pero la mayoría necesita de 2 a 3 sesiones para notar una mejoría. La curación completa suele tardar entre 4 y 12 semanas.
Q3. ¿Puedo caminar o volver al trabajo inmediatamente después?
Sí, la terapia de ondas de choque no requiere tiempo de inactividad. Puede caminar y trabajar con normalidad, pero evite el ejercicio extenuante durante un par de días.
Q4. ¿Puedo combinarlo con otros tratamientos?
Por supuesto. La terapia de ondas de choque se complementa bien con estiramientos, fisioterapia y plantillas ortopédicas para obtener mejores resultados a largo plazo.
Q5. ¿Tiene efectos secundarios?
Es posible que se produzcan efectos secundarios leves, como enrojecimiento, hinchazón o dolor, pero duran poco. Las complicaciones graves son raras cuando las realizan profesionales.
Q6. ¿Quién no debe recibir terapia con ondas de choque?
Se desaconseja a las mujeres embarazadas, a quienes padezcan trastornos hemorrágicos, infecciones o tumores en la zona de tratamiento, y a quienes tengan un marcapasos cerca.
Q7. ¿Es eficaz para la fascitis plantar crónica?
Sí. Los estudios muestran tasas de éxito de hasta 80% en pacientes con fascitis plantar crónica, especialmente cuando han fracasado otros tratamientos.
Q8. ¿Cuántas sesiones necesito y son duraderos los resultados?
La mayoría de los pacientes necesitan entre 3 y 5 sesiones. Los resultados son duraderos, sobre todo si se combinan con rehabilitación y un cuidado adecuado de los pies.
Referencias y apoyo científico
Eficacia del tratamiento con ondas de choque extracorpóreas en la entesofitosis calcánea:
https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC1753417
El impacto de la terapia con ondas de choque en la reducción del dolor en pacientes con espolón calcáneo:
https://www.balticsportscience.com/cgi/viewcontent.cgi?article=1301&context=journal&utm
Evaluación de los efectos terapéuticos del tratamiento con ondas de choque extracorpóreas:
https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0377123712000615?
Lo que dicen los estudios sobre el tratamiento con ondas de choque:
https://www.eswtusa.com/articles/2005/what-studies-say-about-shock-wave-therapy?