Descifrando el dolor lateral de cadera: más allá de lo obvio
Cuando el problema no es la cadera: fuentes extraarticulares de dolor
El dolor lateral de cadera suele malinterpretarse, ya que muchos suponen que el culpable es un daño intraarticular, como la artrosis. Sin embargo, las investigaciones demuestran que hasta el 90% de los casos de dolor lateral de cadera tienen su origen en estructuras externas a la articulación. Este conjunto de síntomas se conoce como síndrome de dolor trocantérico mayor (SDGT), que implica tendinopatías del glúteo medio y el glúteo menor e inflamación de la bursa trocantérica. Estas estructuras rodean el trocánter mayor, la prominencia ósea de la parte externa de la cadera. Su disfunción provoca dolor localizado, especialmente al aplicar presión o durante el movimiento, que a menudo se disfraza de problemas en la articulación de la cadera.
La biomecánica se equivoca: la ecuación uso excesivo-reparación insuficiente
La causa fundamental del GTPS radica en el estrés biomecánico repetitivo. El mal control pélvico, los desequilibrios musculares, las discrepancias en la longitud de las piernas y la mecánica anormal de la marcha provocan un uso excesivo de los tendones glúteos. Cuando los microtraumatismos repetitivos superan la capacidad de reparación del organismo, los tendones entran en un estado degenerativo denominado tendinosis. Este estado se caracteriza por fibras de colágeno desorganizadas, neovascularización e inflamación continua de bajo grado, factores que el reposo estándar y la medicación no logran corregir. Comprender esta ecuación de uso excesivo-reparación insuficiente es clave para elegir tratamientos eficaces.
Molestias al acostarse: Por qué el dolor nocturno es una señal de alarma
Un síntoma característico del GTPS es el dolor al tumbarse sobre el lado afectado. Esto se debe a la compresión de la bursa o el tendón inflamados entre el colchón y el trocánter mayor. El dolor nocturno es clínicamente significativo porque implica una fase inflamatoria más avanzada de la patología de los tejidos blandos. También contribuye a los trastornos del sueño, la fatiga y el deterioro de la cicatrización tisular, lo que refuerza la necesidad de intervenciones que aborden la disfunción celular subyacente.
Mecanismo de acción: Cómo favorece la curación la terapia de ondas de choque

Inducir microtraumatismos para desencadenar una cascada de curación controlada
La terapia con ondas de choque extracorpóreas (ESWT) emplea ondas acústicas de alta energía para crear una tensión mecánica focalizada en los tejidos. Este microtraumatismo intencionado estimula una cascada curativa al reiniciar el proceso inflamatorio. En respuesta, el organismo libera citocinas, recluta macrófagos y desencadena la remodelación celular. Los estudios muestran un notable aumento de la densidad capilar y de la renovación celular en los tejidos tratados, lo que crea un entorno óptimo para la recuperación de tendones y bursas.
Restauración de la función de bursas y tendones: Un enfoque dual

El GTPS es un trastorno tisular dual que afecta tanto a la bursitis como a la tendinopatía. La terapia con ondas de choque aborda eficazmente ambos componentes modulando la inflamación local y estimulando la reparación del tendón. Mecánicamente, la ESWT suprime sustancias proinflamatorias como la sustancia P y las interleucinas en la bursa, al tiempo que activa la proliferación de tenocitos y la reestructuración del colágeno en los tendones glúteos. El resultado es la reducción del dolor, el aumento de la fuerza y el restablecimiento de la función.
De inactivo a dinámico: Reactivación de los sistemas de reparación celular
Las lesiones crónicas de tejidos blandos suelen estancarse en un estado de cicatrización fallido, en el que la señalización celular para la reparación está embotada. El tratamiento con ondas de choque reactiva estas vías latentes mediante la regulación de factores de crecimiento como el factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF) y las proteínas morfogenéticas óseas (BMP). Estas moléculas bioactivas impulsan la angiogénesis y favorecen la integración del tendón en el hueso. Los informes clínicos ponen de manifiesto mejoras apreciables en la elasticidad de los tejidos y la activación muscular tras el tratamiento.

Resultados avalados por la investigación y la realidad
Diagnóstico a través de la respuesta al tratamiento: Una visión funcional
La terapia con ondas de choque no sólo trata sino que ayuda a confirmar el diagnóstico del GTPS. Cuando las imágenes (resonancia magnética o ecografía) son ambiguas o se solapan con afecciones intraarticulares, una prueba de ESWT puede ofrecer claridad diagnóstica. Una respuesta positiva en las primeras sesiones apoya una etiología de tejidos blandos y descarta patologías articulares más profundas. Este enfoque diagnóstico funcional es especialmente útil en pacientes ambulatorios.
Alivio rápido en casos crónicos: Cuando fallan otros tratamientos
La ESWT se utiliza cada vez más en pacientes en los que han fracasado los tratamientos convencionales: AINE, corticosteroides y fisioterapia. Los datos clínicos muestran una reducción de los niveles de dolor de 60% a 80% después de 3-5 sesiones. Y lo que es más importante, estas mejoras suelen mantenerse durante meses. A diferencia del alivio temporal de las inyecciones, el tratamiento con ondas de choque favorece la remodelación tisular a largo plazo.
Recuperación de la calidad de vida: Recuperación del sueño, el movimiento y el estado de ánimo
Los pacientes experimentan a menudo mejoras espectaculares en la calidad del sueño, la capacidad para caminar y el estado de ánimo. Estas mejoras no son sólo anecdóticas. Las mediciones estandarizadas de los resultados, como la escala visual analógica (EVA) y la puntuación Harris de la cadera (HHS), muestran mejoras constantes tras el tratamiento. Al reducir el dolor y mejorar la funcionalidad, la terapia con ondas de choque alivia indirectamente la carga psicológica y ayuda a los pacientes a recuperar la autonomía.
Por qué los enfoques tradicionales suelen quedarse cortos
Los tratamientos pasivos no resuelven la degeneración
Muchos enfoques conservadores -descanso, hielo, ortesis- se centran en el control de los síntomas, no en la regeneración. Pueden reducir temporalmente el dolor, pero no reparan la matriz del tendón ni la inflamación de la bursa. Los corticosteroides, aunque potentes, pueden debilitar la estructura del colágeno y aumentar el riesgo de rotura del tendón si se utilizan repetidamente. Las soluciones a largo plazo deben activar los mecanismos biológicos de reparación que los tratamientos pasivos ignoran.
La inactividad agrava la disfunción: El movimiento importa
Inmovilizar la cadera puede aliviar el dolor inicialmente, pero contribuye al desgaste muscular, la disminución de la coordinación neuromuscular y la rigidez articular. La actividad física es esencial para la remodelación del tendón, siempre que sea guiada y progresiva. La terapia de ondas de choque mejora este proceso al preparar biológicamente el tejido para que responda mejor a los ejercicios de rehabilitación.
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Signos físicos y pruebas de provocación que indican GTPS
El primer paso para diagnosticar el GTPS es reconocer los signos físicos. Los síntomas clave incluyen dolor en la cara externa de la cadera, especialmente cuando se soporta peso o se está tumbado por la noche sobre el lado afectado. La sensibilidad sobre el trocánter mayor es otro indicador claro. Además, algunas pruebas pueden ayudar a confirmar el diagnóstico:
- Prueba FABER (flexión, abducción, rotación externa): Esta prueba se utiliza para evaluar la flexibilidad de la cadera y el dolor. Un resultado positivo -cuando se provoca dolor al mover la cadera en esta posición- suele apuntar a GTPS.
- Prueba de abducción resistida: Esta prueba consiste en hacer que el paciente empuje contra una resistencia mientras la pierna se coloca en un ángulo específico. El dolor durante este movimiento puede indicar la afectación del tendón glúteo, una característica distintiva del GTPS.
- Palpación del trocánter mayor: La presión sobre la prominencia ósea de la cadera suele reproducir el dolor en el GTPS, lo que ayuda a diferenciarlo de otras patologías de cadera como artritis.
Mediante la realización de estas pruebas, un profesional sanitario puede diagnosticar con seguridad el GTPS y evaluar si la terapia con ondas de choque es la opción de tratamiento adecuada.
Identificar a los que no responden a las terapias estándar
Aunque la mayoría de los pacientes con GTPS responden inicialmente a tratamientos conservadores como fisioterapia, antiinflamatorios o inyecciones de corticosteroides, algunos no obtienen resultados duraderos. Para estos pacientes, el tratamiento con ondas de choque puede cambiar las cosas. Los candidatos ideales para la terapia con ondas de choque son aquellos que:
- He probado la fisioterapia y la mejoría ha sido mínima o nula.
- Ha utilizado antiinflamatorios o inyecciones que sólo le han aliviado a corto plazo.
- Ha tenido dolor persistente durante más de 3 meses, lo que indica una afección crónica.
Para las personas que entran en esta categoría, la terapia con ondas de choque ofrece una alternativa no invasiva que actúa directamente sobre el tejido dañado y puede estimular los procesos naturales de curación del organismo.
Alto rendimiento, baja tolerancia al tiempo de inactividad: El ajuste ideal
La terapia de ondas de choque es una excelente opción para personas activas: atletas, profesionales y cualquiera que simplemente no pueda permitirse un tiempo de inactividad. Tanto si es usted un guerrero de fin de semana, un atleta de competición o simplemente alguien que necesita seguir moviéndose por motivos de trabajo, la terapia con ondas de choque le brinda la oportunidad de recuperarse rápidamente sin necesidad de cirugía ni reposo prolongado. El tratamiento no es invasivo y la mayoría de las personas pueden reanudar su actividad normal casi inmediatamente después de una sesión. Esto lo hace especialmente atractivo para quienes toleran mal el tiempo de inactividad. A diferencia de las intervenciones quirúrgicas o los tratamientos que requieren períodos de recuperación prolongados, la terapia con ondas de choque ofrece un alivio rápido con una mínima alteración de la vida cotidiana.
Regreso seguro y no invasivo
Alivio sin fármacos, sin bisturí y sin tiempo de inactividad
El tratamiento con ondas de choque está autorizado por la FDA para uso musculoesquelético. Los efectos secundarios son mínimos y suelen limitarse a dolor o hinchazón transitorios. No requiere tiempo de inactividad, sedación ni restricciones postratamiento. Esto la convierte en una terapia de primera línea o complementaria deseable tanto en medicina deportiva como en ortopedia.
Cómo elegir un proveedor certificado de ondas de choque
Es esencial seleccionar un proveedor cualificado. Busque médicos con formación en ecografía musculoesquelética, anatomía y modalidades terapéuticas. Asegúrese de que la clínica utiliza dispositivos de ondas de choque radiales o focalizadas de alta calidad aprobados por los organismos reguladores. La experiencia en el tratamiento del SDGT y la integración de la atención con la fisioterapia mejoran los resultados.
Preguntas frecuentes
Q1. ¿Es dolorosa la terapia con ondas de choque?
La mayoría de los pacientes experimentan una sensación de golpeteo tolerable. Puede producirse alguna molestia leve, sobre todo en las zonas inflamadas.
Q2. ¿Cuántas sesiones se necesitan normalmente?
Los protocolos estándar incluyen de 3 a 5 sesiones semanales. La mejoría suele notarse tras la segunda visita.
Q3. ¿Existe alguna contraindicación?
Sí. Evitar en caso de embarazo, marcapasos, trastornos hemorrágicos, neoplasias o infecciones activas en la zona.
Q4. ¿Cuánto dura cada sesión?
Los tratamientos suelen durar entre 10 y 20 minutos, según la gravedad y la zona afectada.
Q5. ¿Puedo hacer ejercicio después del tratamiento?
Sí. Se recomienda realizar actividades de bajo impacto. Evite ejercicios agresivos durante las 48 horas posteriores al tratamiento.
Q6. ¿Cuál es la tasa de éxito? Los estudios informan de tasas de éxito de 70%-85% en casos de GTPS crónico en los que fracasaron otras intervenciones.
Referencias
Ondas de choque y ejercicio terapéutico en el síndrome de dolor trocantérico mayor:
https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC10301141
A Systematic Review with Meta-Analysis of Randomized Clinical Trials on Shockwave Therapy for GTPS: